Normas climáticas unificadas: por qué son importantes y lo que hemos observado en la práctica

Cuando colaboramos con empresas en proyectos de verificación climática, hay un mensaje que se repite constantemente: todos buscan claridad. Ya sea un gerente de sostenibilidad preparando un informe, un director financiero aprobando divulgaciones, o un proveedor tratando de cumplir con los requisitos de sus clientes, la pregunta es la misma: “¿Qué norma debemos seguir y cómo asegurarnos de que lo estamos haciendo correctamente?”

Por eso, la reciente alianza entre la ISO y el GHG Protocol es tan relevante. Por primera vez, dos de los marcos más utilizados a nivel mundial para la contabilidad de emisiones de gases de efecto invernadero se están uniendo para desarrollar un estándar global unificado. Desde la perspectiva de DNV, este es un gran paso hacia adelante.

¿Por qué importa una norma unificada?

A lo largo de los años, hemos visto cómo la falta de alineación entre estándares genera confusión. Las diferencias en definiciones, límites y terminología obligan a las empresas a interpretar por su cuenta. Esta incertidumbre no solo genera trabajo adicional, sino que también dificulta la construcción de confianza con los grupos de interés.

Un marco armonizado entre la ISO y el GHG Protocol es clave para:

  • Reduir la fragmentación de los datos energéticos que se reportan
  • Mejorar la comparabilidad entre informes;
  • Fortalecer la confianza en las divulgaciones de emisiones, especialmente en un contexto donde reguladores, inversionistas y consumidores exigen mayor coherencia.

Los beneficios de contar con estándares unificados incluyen:

  • Mayor transparencia y comparabilidad en los esfuerzos de mitigación del cambio climático;
  • Menos ambigüedad al interpretar resultados;
  • Más confianza en las afirmaciones climáticas;
  • Facilidad para comparar entre industrias y países;
  • Mayor credibilidad, al combinar la amplia adopción del GHG Protocol con el rigor técnico de la ISO;
  • Eliminación de dudas sobre qué norma aplicar;
  • Aplicación más sencilla de la norma ISO 14068-1 sobre neutralidad de carbono;
  • Interpretación más coherente entre plataformas de divulgación y organizaciones;
  • Más tiempo para actuar con base a la información, y menos tiempo conciliando marcos normativos.

Nuestra experiencia en campo

En DNV, contamos con décadas de experiencia en verificación de emisiones y declaraciones relacionadas al cambio climático. Como proveedor líder en servicios de aseguramiento, tenemos amplia experiencia trabajando tanto con normas ISO (como ISO 14064 y 14067) como con el GHG Protocol. Esta doble perspectiva nos permite guiar a nuestros clientes con seguridad y entregar resultados sólidos y confiables.

En la práctica, ambos marcos son valiosos:

  •  ISO aporta estructura y auditabilidad;
  • GHG Protocol es flexible y ampliamente adoptado, especialmente en el mercado voluntario.

Sin embargo, cuando las empresas intentan aplicar ambos marcos al mismo tiempo, surgen dudas como:

  • “¿Cuál estándar tiene mayor peso para los inversionistas?”
  • “¿Por qué diferentes áreas dentro de la empresa interpretan los resultados de forma distinta?”
  • “¿Por qué los proveedores reciben solicitud de datos que no siempre coinciden?”

Hemos observado que los clientes suelen tener dificultades para interpretar los resultados de las auditorías cuando los requisitos de la ISO y los de GHG divergen.  Surgen preguntas sobre qué norma priorizar y cómo comunicar los resultados a los stakeholders. Un estándar unificado ayudará a resolver esta complejidad y aportará mayor claridad a las declaraciones de aseguramiento. La armonización podría facilitar la comparación y acción sobre los datos de emisiones de Alcance 3.

¿Qué significa esto para la industria?

Tanto los marcos ISO como GHG se aplican ampliamente en distintos sectores —desde grandes emisores en energía y manufactura, hasta proveedores de servicios en logística y finanzas. En industrias pesadas, los datos de emisiones son fundamentales para decisiones de cumplimiento e inversión. En sectores orientados al consumidor, impulsan la transparencia en la huella de productos y cadenas de suministro.

Al alinear las guías de ISO y GHG, las organizaciones podrán aplicar los estándares de forma más coherente, ya sea en la planificación operativa, en reportes regulatorios o en la comunicación con clientes. La unificación garantiza que la contabilidad de emisiones sea técnicamente sólida y aplicable en la práctica, en distintos sectores y regiones.

Más allá del reporte: estrategia climática y cadenas de suministro

Los problemas van más allá de los informes de carbono. Las emisiones de Alcance 3, que requieren colaboración y compartir datos a lo largo de cadenas de suministro complejas, siguen siendo uno de los mayores retos para las empresas. Los estándares armonizados reducirán la ambigüedad, aumentarán el compromiso de los proveedores y fortalecerán la credibilidad de las reducciones reportadas, apoyando así una descarbonización significativa.

01/10/2025 18:50:00