Quizá no se cuestione la necesidad de una transición hacia un modo de vida más sostenible, pero sí si el mundo avanza lo suficientemente rápido. La encuesta realizada por DNV a los consumidores sobre la economía circular sugiere que el compromiso viene determinado por numerosos factores y que existen muchas oportunidades para aumentar su nivel de participación. Mientras que las empresas pueden ser empujadas a adoptar nuevos modelos de negocio por los reguladores y las iniciativas como el plan de acción de la economía circular de la UE, los consumidores tienden a tener más libertad para determinar sus propias acciones. Estas irán desde un comportamiento de compra selectivo y programas circulares hasta el boycott o el desinterés casi total en el otro extremo de la escala.
La concienciación hace avanzar las acciones
El 35,8% no sabía qué es la economía circular. Estos encuestados fueron excluidos de la encuesta. Entre los restantes, casi tienen un amplio conocimiento y participan activamente. Esto es muy prometedor, ya que ofrece a las empresas algo sobre lo que construir e impulsar resultados. Los que expresaron un ligero conocimiento no estaban familiarizados con los detalles, lo que deja un enorme potencial para involucrarlos más. El conocimiento parece ser mayor entre los grupos de edad más jóvenes. Aunque es posible que el menor compromiso de los mayores de 55 años se deba más a la falta de familiaridad con el término que al concepto en sí. La mayoría de los encuestados (60%) recurre a los medios de comunicación para obtener información, mientras que menos del 30% recurre a las discusiones políticas y a los amigos. Casi todos los encuestados creen que los consumidores pueden desempeñar un papel en la economía circular (86,1%). De ellos, el 65,4% cree que puede contribuir mediante la compra de productos sostenibles y el reciclaje adecuado. Curiosamente, el 20,7% cree que el boicot y la promoción pueden funcionar, lo que podría representar un riesgo para las empresas que no mejoren y comuniquen su contribución a la circularidad.
Engagement is personal
Los consumidores tienden a centrarse más en los aspectos de la circularidad que están más cerca y son los principales temas de preocupación en la vida diaria de una persona. La reducción de los residuos ocupa el primer lugar, seguida del ahorro de agua, la limitación de las emisiones de gases de efecto invernadero, la reducción de la extracción de recursos naturales y la mejora de las condiciones laborales y sociales. Todos los aspectos obtienen una puntuación alta, lo que podría indicar que los consumidores son conscientes de que la circularidad es un reto sistémico que debe abordarse en múltiples dimensiones. Si se observa la diferencia entre grupos de edad, el 76,5% de los mayores de 55 años considera que la reducción de los residuos es lo más relevante, frente a sólo el 42,5% de los que tienen entre 18 y 24 años. En cuanto a las medidas adoptadas, los consumidores se dedican principalmente a reciclar y reutilizar. Esto refleja el enfoque actual de las empresas en la innovación de procesos y productos. La compra de nuevos productos con propiedades recicladas fue la acción más declarada. Una vez más, hay marcadas diferencias de edad y de género. Por grupos de edad, la opción de segunda mano fue la más favorecida entre los 18 y 24 años. Un cambio en los modelos de economía circular, hacia una mayor innovación de los modelos empresariales, es esencial para lograr una verdadera economía circular. La ampliación de estos modelos es también otra forma de conseguir que los consumidores cambien de comportamiento e impulsen el progreso.
Fomentar la participación
En general, los encuestados son bastante receptivos a los modelos de economía circular. Este es un aspecto positivo que las empresas deberían aprovechar. De hecho, el 43% de los consumidores expresa un interés personal en la economía circular. Parece que hay varios aspectos que entran en juego cuando los consumidores deciden comprar productos circulares. La información sobre la huella ecológica, las condiciones laborales y de trabajo y la calidad del producto son los aspectos que más puntuación obtienen. Sin embargo, todos los aspectos obtienen una puntuación alta, lo que indica que los fabricantes y las marcas tienen múltiples dimensiones circulares en las que ser activos. Lo que se desprende de las respuestas es que los consumidores buscan que los fabricantes y las empresas sean más proactivos. La mayoría cree que las empresas/marcas deberían responsabilizarse de la reciclabilidad y del final de la vida útil del producto, así como de ser más innovadoras. Los canales están ahí para que las empresas se comprometan con los consumidores. Los consumidores pueden ser un poco escépticos o no saber exactamente lo que quieren. Sin embargo, existe la oportunidad de llegar a través de múltiples canales, sobre múltiples temas de una manera transparente para construir el compromiso y la confianza en la transición circular.